jueves, 31 de enero de 2013

MANTENER LOS PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO

La mayoría de las personas se proponen cumplir una serie de objetivos con la llegada de un nuevo año, pero pocas son quienes los mantienen pasadas unas pocas semanas. Ahora que termina el mes de enero, reflexiona, ¿mantienes aun los propósitos que te fijaste?


Dejar de fumar, hacer dieta, apuntarse al gimnasio, estudiar idiomas, ser más atento/a y otros cambios personales son los propósitos más establecidos, y también los menos cumplidos. Nos dejamos llevar por los deseos y por aquellos hábitos socialmente más aceptados, pero no somos realistas con nuestra naturaleza ni con nuestras verdaderas motivaciones. ¿De verdad quiero dejar de fumar? ¿Realmente voy a ir al gimnasio?¿Seré capaz de mantener la dieta? Si la gente se hiciese esa pregunta, la respuesta más escuchada sería NO.

El año nuevo no nos proporciona poderes mágicos que nos permitirán conseguir aquello que deseemos. Lo ideal es plantearse los objetivos de una forma personal y realista. Debemos comenzar con un análisis detallado de nuestras necesidades.

Si de verdad he ganado peso y creo que ello va a provocarme problemas en el futuro, me propondré una dieta adaptada a mi ritmo y con objetivo a largo plazo, para mantenerme en mi peso ideal el mayor tiempo posible. Si he tomado la determinación de dejar de fumar porque realmente creo que es un hábito nocivo, buscaré ayuda y métodos para dejarlo gradualmente y adquirir estrategias que eviten mi recaída en el futuro. Estos deben ser los motivos que nos impulsen a establecer nuestros objetivos, que... ¿cómo deben ser?

  • CLAROS y ESPECÍFICOSlos objetivos deben establecerse de forma clara y precisa, fijando los tiempos que nos damos para conseguirlos, el nivel al que queremos llegar, el estado final y los pequeños pasos que daremos hasta conseguirlos. De esta manera, llegará un puntos en que digamos: lo he conseguido! Pero esto no debe ocurrir pronto ni rápido, cualquier cambio necesita su tiempo y su proceso si no queremos volver atrás. (Cuidado con el efecto rebote de las dietas o con retomar el tabaco en mayor cantidad)

  • ALCANZABLES pero DESAFIANTESlos propósitos deben suponer un reto para que estemos motivados a conseguirlo. Si se trata de algo muy fácil, empezaremos con ganas pero nos terminaremos aburriendo. Sin embargo, que sean desafiantes no debe significar que sean imposibles, pues entonces no tendría sentido. Los objetivos deben ser alcanzables, con tiempo y esfuerzo seguro que los conseguiremos.
  • COHERENTES todos los propósitos deben estar alineados entre sí y ser coherentes con nuestro ritmo y estilo de vida. No podemos pretender ser alguien que no somos o intentar algo que vaya en nuestra contra. Si los objetivos se apoyan y complementan entre ellos, alcanzar uno nos motivará a alcanzar los demás. Por ejemplo, llevar una dieta sana o dejar el tabaco nos harán estar más en forma y eso nos motivará a ir más al gimnasio.

  • REALISTAS:  como dije antes, la clave está en ser realista. Los propósitos deben ser claros, desafiantes y coherentes, pero sobre todo, adaptados a nosotros y nuestra forma de vivir. Analiza tus necesidades y descubre tus motivaciones, ellas te dirán lo que debes conseguir.

    Puede que no estemos en año nuevo, pero cualquier momento es bueno para marcarse unos objetivos realistas.